Laredo, playa Salvé y al fondo el monte Buciero y Santoña |
Durante 3 días Laredo entra en el túnel del tiempo y traslada a sus gentes y visitantes hasta el renacimiento.
Muchas son las actividades de las que podemos disfrutar en la Villa entorno al desembarco; cuando agotamos los últimos días de verano acudir a Laredo es casi visita obligada en vano intento de prolongar el estío, como bienvenida del otoño o simplemente por el mero disfrute carnal del que tanto renegaba Carlos V.
Entre todas las actividades que se realizan en Laredo una de las mas animadas y coloridas es un mercado renacentista.
Muchos mercados medievales hay en España, renacentistas no tantos.
Los alrededores de la Puebla vieja, la zona medieval de Laredo, se engalanan como deben para acoger el mercado.
La Puebla Vieja vestida para recibir al Emperador |
En Laredo, a diferencia de otros mercados de época, la población participa en la fiesta y pasear por los puestos te hace haber deseado entrar mas al juego de la recreación y haber acudido con tu disfraz renacentista y formar parte de el escenario.
Muchos son los pejinos que se visten sus jubones, calzas, vestidos y tocas haciendo que todo sea mas creíble.
La oferta del mercado es variada.
Hierbas y flores de todo tipo pata curar todos los males, incluso el de amor, joyas para engalanar a las damas traídas desde la misma Venecia.
Especias del lejano Oriente, afeites para la belleza de las mujeres.
En este mercado del renacimiento no pasaras hambre o sed; tabernas donde degustar exquisitas viandas o donde calmar la sed del viajero, puestos donde las delicias para el paladar se exponen invitando a dejarse llevar por los placeres de la buena comida. Platos dulces, salados, cercanos o exóticos; todos tienen cabida en el Mercado Renacentista de Laredo.
Exhibiciones de animales, dromedarios, ponys , burros para que monten los mas pequeños, artesanía , actividades y entretenimiento para los niños, junto con una gran tienda dedicada a la cetrería y las aves rapaces.
Desembarcar con el Emperador en Laredo es una delicia pero a diferencia de Él que se fue a Yuste a rezar yo me quedo en Laredo a vivir el Renacimiento.
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